jueves, 29 de junio de 2017

La mujeres serpiente: una historia posible de la creación de un ícono

Aun en los siglos VIII y IX era poco común que una mujer se distinguiera como parte de la realeza y del líderazgo militar de su reino. Para algunos pudo ser una sorpresa encontrar viudas o consortes reales que asumiera el liderazgo necesario sin titubeos, en una época en que perder un enfrentamiento podía hacer desaparecer pueblos completos.



En esos siglos aparecen las imagenes de mujeres serpientes con el torso desnudo. Son mujeres que deslumbran por su belleza, por su arrojo, por su desdén hacía otros que pretenden aconsejarles y por la combinación de dos iconos tan importantes y universales, como la mujer y la serpiente. ¿Reflejaban esos dibujos una realidad de mujeres que asumían el liderazgo de sus pueblos, no solo desde un cómodo palacio sino también desde el campo de batalla? ¿Existieron los dibujos de las mujeres serpientes antes de las notables lideres Mayas o fueron esas mujeres las que inspiraron los diseños?



La señora K´abel (también conocida como señora Mano de Lirio Acuático y como Gran Señora Serpiente), fue una de esas líderes que asumió el mando del reinado de Peru-Waka del 672 al 692 dC. Vinculada al rey de Waka, K´inich Bahlam, vía los enlaces matrimoniales que también eran alianzas, ella vinculó a la dinastía serpiente (Kaan) que reinaba Calakmul, con el reino de Waka.

Su figura en barro dice mucho de lo que la señora  K´abel fue: una guerrera real. Adornada y ataviada para la batalla, y con la tensión corporal lista para hacer lo necesario.


Aun después de la derrota del reino de Waka por el 692, la gente de los alrededores siguió rindiendo honores, visitas y ofrendas al lugar en que la reina serpiente estaba enterrada.

Ella creó, junto con otras reinas y consortes Mayas, un nuevo icono de la mujer líder y guerrera de su tiempo, que persistió en la memoria y el arte de su tiempo.

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La mayor parte de las reinas guerreras en la sociedad maya subieron al poder después de 623, durante un cambio geopolítico sísmico en el mundo maya. Alrededor de esta época, la dinastía Kaan o dinastía serpiente, se trasladó a los bosques lluviosos de Campeche. El Kaan reclamó el trono de Calakmul y al ganarlo obtuvo gran poder e influencia - que repercutiría en el rol de la mujer en el mundo Maya.


  Las dinastías mayas del norte valoraron a sus antepasados femeninos, y los Kaan parecen haber puesto gran valor en las mujeres reales. Después de 623, las princesas de Kaan se casaron en muchas casas gobernantes locales en las tierras bajas (y hacia El Petén), llevando estas nuevas ideas de su rol con ellas. Hubo entonces una verdadera expansión del papel que las mujeres desempeñaban en la política, justo después del 623. El papel de una mujer ya no estaba en segundo plano. Pasó al frente y al centro del poder de los reinos aledaños. Y ese nuevo rol de la mujer se vio inmerso en la confrontación creciente que existiría entre las dos potencias locales: el Reino de Calakmul y el de Tikal.

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Referencias documentales:

Los Mayas del Petén. Revista Arqueología Mexicana, Volúmen 23, num 137, Enero-Febrero 2016, páginas 32-37.

http://news.nationalgeographic.com/news/2012/10/121004-tomb-maya-warrior-queen-science-archaeology/

http://discovermagazine.com/2014/march/16-the-power-and-glory-of-the-maya-queens


martes, 27 de junio de 2017

Los Comensales: rememorando mas de 2000 años de muralismo Maya

Cualquier tarde, cualquier día, disfrutar de alguien y en compañía de los frutos del campo, se convierte no solo en un celebración de un encuentro entre dos, es también un encuentro entre aquellos que siembran la tierra, que cosechan sus frutos y de aquellos que convierten cada fruto de la tierra en deleites milenarios, usando aquellas misma recetas que han estado en nuestras tierras no por años, ni por siglos, sino por milenios.



Los Comensales es un mural en el que celebramos el momento mágico de cada encuentro para comer y beber juntos, pero trayendo al presente la tradición milenaria del muralismo Maya de San Bartolo (del cual ya hemos escrito aquí en este blog), del muralismo cotidiando de Calakmul y de las pinturas en vasos y vasijas del Petén.
  Cada personaje aporta algo a esta evento tan común y tan mágico del encontrarnos para comer o cenar. Ese momento en que el maíz, la calabaza y el cacao, nos hacen recordar que las raíces comunes de Latinoamerica, no son solo una metáfora. Son la realidad de una pueblo enorme que se encuentra en sus frutos y platos similares e historias comunes.

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domingo, 25 de junio de 2017

Festival de la Danza y los Nuevos Tiempos

¿Que inspira la creación del FESTIVAL DE LA DANZA Y LOS NUEVOS TIEMPOS?



Este mural se Inspira en al menos 7obras pictóricas Mayas sobre vasos y vasijas del reino de Ik y otras ciudades del Petén de los siglos VIII Y IX. Obras pequeñas pero extraordinariamente bellas y de una simplicidad asombrosa y un diseño milimétrico.

Traté de rescatar temas como la desnudez y energía de las mujeres serpiente y las gacela, en la que se alude en varias obras de los finales del clásico Maya, al menos en aquellas obras que se reconoce su origen y su tiempo.
Pero la figura central, las que imprimen la fuente del conflicto primario, son los danzantes wahis de Mon Buluch Laj del Reino de Ik. Mientras los Mayas vivían el esplendor de su tiempo clásico tardío, junto con Bonampak y Calakmul, quizá no advertían los vientos de cambio y fragmentación que se acercaban. Tiempos de cambios junto con el florecimiento de una obra pictórica eterna y hermosa que también alcanzo su florecimiento no solo en muros, taludes y tableros sino también en vasos y vasijas.
Esta es una representación que atañe no solo a ellos en su tiempo, sino a nosotros en el nuestro con una revitalización de la figura de la mujer y, muy probablemente, la caída de los símbolos que solían mantenernos unidos, quiza para que otros símbolos surjan o quedemos huerfanos de cultura e identidad.
La mano apuntada de la mujer en la gacela, es también un intento de soplo de vida a los tiempos que se vienen, entre realidad y presagio de lo que trajo el siglo IX para ellos y lo que traerá el siglo XXI para nosotros o para aquellos que sobrevivan.

viernes, 9 de junio de 2017

Mujeres venenosas, voluptuosas y sagradas (1): morir erotizado

Nada mas excelso para un Dios que morir confrontado por el reto de la vida... y una mujer desnuda.


 Usar a los Dioses para proyectar los propios deseos de la libido es tan antiguo, tan actual y tan subconsciente, como la historia de las religiones. En esta representación, el viejo Dios Itzamná está muriendo, en uno de los extremos del vaso.  Le acompañan en su lecho de muerte cuatro mujeres. Dos de ellas compungidas por la muerte que se acerca. La tercera y cuarta, observan, con reproche y asombro, la presencia retadora de dos doncellas desnudas y montadas en ciervos salvajes.



La doncella principal, la que monta al ciervo gustoso, la que muestra sus pechos sin rubor, esa, la que dirige su vista al cielo, o a los labios del que bebe, esa es la doncella que encabeza el reto primordial de esta confrontación, de la muerte con la vida. 

Esta no es solo una escena contrastante: lúgubre y erótica. Es la energía de la vida que no puede dejar vencer a la muerte y la tristeza. Es el claro mensaje del erotismo como el polo opuesto de la muerte. Es la contraposición de la decrepitud y la muerte contra la femineidad y la lozanía, que han hecho al mundo girar por la eternidad, hasta que acabemos con el - si, así como los mayas del siglo IX lo resintieron por vez primera. 

Si, la misma fuerza que acaba con Itzamná, es la misma que combaten día a día la desnudez y el erotismo.

Seguramente habrá otras interpretaciones históricamente mas precisas y fidedignas que la mía. A mi me interesa lo que me dicen hoy el arte Maya. A mi me interesa el lenguaje actual que los mayas me hablan, desde hace mas de 2000 años.

martes, 6 de junio de 2017

Beber, fingir, pelear: la vida cotidiana entre el pulque y otros placeres

Los mismos reventados de hace 14 siglos...


Ojala de cada obra pictórica Maya se pudiese decir su lugar, su tiempo y sus creadores. Lo cierto es que el arte Maya y en especial casi todo el trabajo sobre vasos y vasijas, fue roto, robado y extraído de sus lugares originales, por lo que muchas piezas apenas se pueden tratar de ubicar en su tiempo y lugar con base en el estilo y la composición química del barro y los pigmentos. De estos 4 vasos tenemos su numero de catalogo, pero algunos de ellos de hecho "pertenecen" a coleccionistas desconocidos.

Lo cierto es que, antes como ahora, el pulque, la miel fermentada, o las bebidas combinadas con cacao, eran motivo de fiesta y de altercados. Eran de las pocas ocasiones en que la jerarquías desaparecían, al menos por un rato. 



En este especie de collage, reuní 4 fragmentos de obras diferentes.  La de la izquierda es un festín en el  cual participan personajes enmascarados, quizá con la misma intención que la gente se disfraza en los carnavales.  Es un estilo primitivo y aun lejos de los logros de lo mejor del reino de Ik.

La segunda es una imagen de Campeche, muy emparentada con los murales de Calakmul. Es un trazo simple, con 4 o 5 colores. La mujer ayuda al hombre a beber. Ella usa una túnica amplia, que contrasta con la casi desnudez del comensal pintado de negro. Ella lo mira mas a el, en una actitud de protección similar al de la otra mujer en esta obra.

El tercer fragmento es una obra del reino de Ik. Es el único en que se pierde el sentido de convivio sin jerarquías que caracteriza a las demás. La escena completa incluye a un gobernante, dos enanos y jorobados y algunos invitados de rango menor. No hay el mismo sentido de festividad de los otros 3 fragmentos.

El cuarto fragmento es la escena que sigue siendo familiar en nuestra vida cotidiana de cantina y pulquería. El personaje que jala la atención es el que no quiere irse. El que es empujado para salir, para quedarse y para levantarse. En esa escena no hay jerarquías. El pulque elimina diferencias 
y las mujeres participan de alguna manera.

El mundo Maya sugiere mucho de lo que hoy somos, aun después de 14 siglos, cuando menos.


jueves, 1 de junio de 2017

"Lo Matas Tú o Lo Hago Yo": el realismo Maya del Reino de Ik

Esperando el golpe final.


Mientras se cerraba el siglo VIII, el realismo Maya en la pintura, tanto en vasos, vasijas, platones y murales, estaba alcanzando su apogeo.

Al mismo tiempo las confrontaciones entre Mayas crecían y las temáticas fueron cambiando de y hacia los Dioses, al tema de las guerras y derrotas de los vencidos, con algunas excepciones.

Uno de los temas que surge de manera cada vez mas común es el de la derrota y el sacrificio de los vencidos. En varios casos el sacrificio deja de tener connotaciones rituales o religiosas y empieza a convertirse en espectáculo, publico o privado, de ejecuciones.

Pese al encono de los gobernantes contra otros, la ejecución de aquellos que eran derrotados quedaba en manos un vasallo, cuya conciencia pudo haber sido diferente.

Una cosa es matar en batalla y otra es ejecutar a un caído, a golpes, por ordenes de un gobernante. 



La escena en este vaso del Reino de Ik, es de una ejecución por mandato directo. La actitud de espera y de crueldad del gobernante, la torsión hacia adelante de su cuerpo, la mano derecha que contiene su arrebato, mientras se dispone a ver la ejecución, a golpes, del hombre derrotado, no puede estar mejor expresada.

El hombre derrotado es ya casi un cadáver, casi desnudo. Desprovisto de honor, de esperanza y con heridas sangrantes que hacen ver su suerte. El solo espera el golpe que finalmente acabe con esto.

Ser el verdugo no parece ser ni honorable, ni placentero, aun cuando se esté bajo el escrutinio directo del gobernante.

Un vasallo hace lo que se le ordena, pero no deja de ser confrontado por sus propias emociones de vergüenza, de piedad y de miedo. Y solo tiene una mano a quien recurrir: la suya propia.

El, a si mismo se conforta, en un gesto que puede anticipar el golpe final... mientras el verdugo real, espera inquieto y amenazanteel golpe final.

La paleta del pintor es de solo tres o cuatro colores, que no impide lograr el efecto dramático que genera, con un impresionante ahorro y precisiónde trazos en el simple espacio circular de un vaso.


(Una obra de los pintores del Reino de Ik, con numero de catalogo K5850, muy probablemente de finales del siglo VIII o inicios del siglo IX.)

Danzantes de Tikal

Al mismo tiempo o poco antes que los pintores del Reino de Ik desarrollaban sus diseños en vasos y vasijas, continuando una tradición que venía de Tikal, los mismo pintores de Tikal conformaban su estilo y sus temáticas en los mismos objetos.



En esta obra plasman el momento justo en que los danzantes se preparan y son preparados para ofrendar. Poniéndose de acuerdo en ritmos, en los colores en su piel y en escuchar lo que indica el danzante principal.

El flujo del trazo, además de hermoso y dinámico, hace del modesto maquillista de rodillas, un personaje secundario importante.

El único que gesticula es el danzante mayor, quizá un noble señor de Tikal, dando las últimas instrucciones previas.



Aunque todos los demás recogen sus brazos, todos atienden al danzante mayor. Pero la conversación del danzante de la izquierda con el percusionista, rompe lo que pudo ser una escena monótona y le agrega un tema y un ritmo adicional a la escena.

Lo que sabemos de esta obra es solo lo que indica su número de catálogo, K3009 y que proviene de Tikal. Pero no es difícil estimar que su tiempo es casi el mismo que aquellos años en que Mon Buluch Laj y los Maestros de los Glifos Rosados, dejaban plasmados su maestría en los mismos materiales que en Tikal. Posiblemente estamos ante una obra de la mitad del siglo VIII, dC.

A partir de aquí y junto con otras obras del mundo Maya, en especial los murales Bonampak, no habrá nada que supere el naturalismo, diseño y dinámica del arte Maya.